Captura de vídeo. | Cadena Ser Navalmoral
Un informe presentado durante el acto advierte sobre la pérdida de empleos y despoblación en la región
Alrededor de 300 personas se reunieron en la Plaza de España de Almaraz la noche del sábado para manifestarse en contra del cierre programado de la central nuclear. El evento, convocado por el Ayuntamiento de Almaraz, buscaba visibilizar el impacto socioeconómico que tendrá el cierre de la planta para la región y toda Extremadura.
Presentación de un Informe Socioeconómico
Durante el acto, se presentó un informe detallando las repercusiones económicas y sociales que el cierre de la central nuclear podría acarrear para la comarca del Campo Arañuelo y Extremadura en general. Los asistentes fueron informados sobre la posible pérdida de empleos y la disminución de la población que podría derivarse del cierre, calificando la situación como una ruina para la comarca.
Participación y Apoyo Político
Aunque la asistencia fue menor de lo esperado, con alrededor de 300 personas, el evento contó con la participación de alcaldes y concejales de una veintena de localidades de la comarca, incluyendo representantes de diversos partidos políticos, así como del alcalde de Jaraíz de la Vera y varios diputados regionales.
El Ayuntamiento de Almaraz, gobernado por el PSOE bajo la dirección de Juan Antonio Díaz Agraz, se ha posicionado firmemente en contra del cierre de la planta, a pesar de la postura del Gobierno central de su propio partido. Díaz Agraz anunció la creación de una comisión que incluirá a partidos, asociaciones y colectivos interesados en tratar de evitar el cierre de la central, enfatizando que aún hay tiempo para revertir la decisión.
Continuación de las Protestas
Bajo el lema «Almaraz somos todos», los asistentes reafirmaron su compromiso de continuar con las protestas para evitar el cierre de la central. Los organizadores y participantes insisten en que la instalación es segura y subrayan la importancia de la planta para la economía y la estabilidad demográfica de la región. La manifestación del sábado marca el inicio de una serie de acciones planificadas para mantener la planta operativa más allá de las fechas programadas de cierre.
