Autoridades y representantes de diversas instituciones y sectores encabezan una marcha multitudinaria que se extiende hasta donde alcanza la vista, avanzando hacia las puertas de la Central Nuclear de Almaraz. | PdE
La planta, responsable del 7% de la energía nacional, se ha convertido en el epicentro del debate sobre la soberanía energética y el futuro de la región
El pasado sábado, 18 de enero de 2025, unas 7.000 personas, según la Guardia Civil, y más de 12.000 según la organización, se congregaron en la localidad cacereña de Almaraz para expresar su rechazo al cierre programado de la central nuclear.
La manifestación, organizada por la Plataforma “Sí a Almaraz, Sí al Futuro”, se convirtió en la mayor concentración en defensa de la planta en la región, atrayendo a vecinos, representantes políticos y miembros de distintos sectores sociales que mostraron un amplio apoyo a la continuidad de la central.
La marcha comenzó a las 10:00 horas en la plaza del Ayuntamiento, recorriendo las calles de la población y la carretera hasta las puertas de la central nuclear. Durante el trayecto, los manifestantes portaron pancartas con lemas como “Almaraz no se cierra” y calificaron a la planta como “motor de vida y progreso”. Entre los asistentes destacó la presencia de la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, quien describió la jornada como “histórica” y subrayó la importancia de defender la soberanía energética de España.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, enfatizó que este no es solo un asunto local, sino que afecta a toda España. «Quiero darle las gracias a las miles de personas que han venido aquí por encima de colores. Aquí hay alcaldes de la zona de influencia, de todos los signos políticos, aquí hay organizaciones, instituciones, sociedad civil. Estamos todos unidos para intentar frenar un despropósito, como es el cierre de la Central Nuclear de Almaraz», señaló.
Por su parte, el presidente de la plataforma “Sí a Almaraz, Sí al Futuro”, Fernando Sánchez, agradeció la asistencia masiva a la concentración. En declaraciones previas a las intervenciones, afirmó: “Creo que por lo menos se nos va a escuchar, y nosotros no contemplamos ninguna otra vía que no sea la continuidad de la central. Este cierre conllevaría la despoblación de nuestro mundo rural, porque somos rurales y lo decimos con la voz muy alta”.
A continuación, el presidente de la Mancomunidad del Campo Arañuelo y alcalde de Toril, Eugenio Trebejo, intervino para subrayar la importancia de la planta: “La central nuclear es el principal motor socioeconómico de la comarca del Campo Arañuelo, y su cierre tendría efectos devastadores. para sus habitantes, provocando empobrecimiento, pérdida de calidad de vida, y algo gravísimo: la temida despoblación de nuestros municipios”. Trebejo también hizo un llamado a las administraciones públicas y privadas con competencias en este asunto para que dialogen y lleguen a un acuerdo para garantizar la continuidad de la central nuclear más allá de 2027 y 2028. «No podemos perder una de las mejores centrales del mundo «, concluyó.
Esther Corrales, joven almaraceña, tomó la palabra a continuación, agradeciendo la asistencia y hablando en representación de su generación: “Una generación que quiere tener un futuro en nuestra tierra, en nuestra región. No podemos ni queremos aceptar el cierre de Almaraz”. Destacó que la central ha sido una presencia constante en sus vidas, donde han trabajado sus padres, ellos mismos y, tal vez algún día, sus hijos. “La central es el motor que alimenta en gran parte a los pequeños negocios familiares del Campo Arañuelo y alrededores”, afirmó.
El presidente del Comité de Empresa, Borja Romero, también se dirigió al público, agradeciendo la presencia de todos y leyendo un manifiesto en nombre de trabajadores, vecinos del Campo Arañuelo, autoridades de Extremadura y compañeros del sector nuclear. En su intervención, reiteró la petición de la plataforma para la extensión de la vida de la Central Nuclear de Almaraz más allá de 2027 y 2028, basándose en los beneficios económicos, energéticos y sociales que la planta representa para la región.
El alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz, destacó la relevancia de la planta para la región: “La Central Nuclear de Almaraz aporta el 7% de la energía que se gasta en España, beneficiando a aproximadamente 4 millones de hogares, además de ingresar más de 430 millones de euros al erario público”. Díaz recordó que la central es “una industria segura, rentable y necesaria para el cambio climático”. “Decir sí a Almaraz es decir sí al futuro regional”, concluyó.
El acto culminó con las palabras de Fernando Sánchez, quien reiteró su agradecimiento a los asistentes, haciendo hincapié en la importancia de la lucha por la continuidad de la explotación de la planta: “Esperamos que esta sea la primera y la última vez que tengamos que movilizarnos, porque eso significará que hemos logrado nuestro objetivo: ‘Sí a Almaraz, Sí al Futuro’”.
La manifestación contó con el respaldo de representantes de partidos como PP, Vox, PSOE, Liberales o Levanta Extremadura, quienes respaldaron las demandas ciudadanas. Entre las consignas más repetidas, los manifestantes recordaron el impacto que tendría el cierre no solo en la economía local, sino también en el futuro energético del país.
La protesta de Almaraz ha sido un punto de referencia en el debate sobre el futuro de la energía nuclear en España. La marcha no solo refleja una preocupación local, sino que también plantea interrogantes cruciales sobre las alternativas viables para garantizar la sostenibilidad energética sin comprometer el desarrollo económico de regiones como Extremadura.
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